Se trata de una leche fermentada bebible al estilo árabe. Su textura cremosa y su sabor está a medio camino de un yogur y un kéfir. Además, posee ciertas notas de dulzor junto a un toque ácido que le proporcionan un sabor suave y exquisito.
Entre sus múltiples beneficios destacan su función reguladora del transito intestinal, ayuda a fortalecer los huesos, protege el corazón por su alto contenido en vitaminas B y B12, previene la osteoporósis. Aporta gran cantidad de fósforo, saludable para el cerebro.